Hoy fue un día lleno de magia y, sin importar en lo que creas o en lo grinch que seas, no podrías negarlo.
Lo que hoy me hizo mas feliz fue, de inicio, el escuchar a mis pequeñas contarme con ilusión que eran los regalos que les habían llevado los "reyes magos" y después el salir a la calle y ver una turba de chiquillos correr con la misma ilusión en sus caritas sucias gracias a alguien con un corazón enorme que tuvo a bien regalarles un simple muñeco de peluche, logrando que al menos por hoy olvidaran de que viven en situaciones completamente desfavorables.
Ahí caí en la cuenta de como comenzamos todos, con el corazón lo suficientemente puro como para creer en la magia sin importar los golpes que pueda darnos la vida y creando milagros a cada paso con la fuerza de esa fe. Este es el verdadero "secreto" y no una corriente de new age ni bajo un concepto esotérico, filosófico o religioso.
No es coincidencia (de nuevo) que el presente de los verbos creer y crear sean los mismos cuando se conjugan en primera persona (yo creo) y a muchos les asusta tanto ésta realidad que prefieren evadirla o ignorarla para instalarse cómodamente en la posición de que las cosas simplemente pasan y están regidas por la suerte.
Sería muy bueno el poder regresar a esa inocencia que teníamos cuando niños y simplemente volver a creer porque "para poder ver la magia debes primero creer en ella", aprender de los niños a tener esa fe del tamaño de un grano de mostaza para recuperar nuestra ilusión y ayudarles a ellos a que nunca la pierdan porque si la magia no se transmite se pierde y que triste sería el mundo sin ella.
Ojalá cada día podamos hacernos concientemente la pregunta de ¿que estoy creando hoy? y que la respuesta sea siempre ¡algo realmente bueno! ¡estoy creando magia!
Feliz y mágico #Day3, #362togo!
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