martes, 13 de enero de 2015

#Refrendos

Aquí no hay nada para mi.  

La primera vez que escuché esa frase no alcancé a dimensionar su verdadero significado pero fui lo suficientemente afortunado como para poder vivirlo y ejercitarlo en esa misma oportunidad hasta que fui capaz de asimilarlo y hacerlo parte de mi. A partir de ese día, adquirí una nueva visión de mi mundo que he podido ir desarrollando cada vez mas gracias a las oportunidades que, ahora lo se, creo yo mismo para mi vida.

Efectivamente no hay nada para mi en este mundo, y eso se traduce en que todo lo que he hecho, estoy haciendo y haga en el futuro tiene un efecto en el mundo que me rodea para bien o para mal y eso por consecuencia me impone la responsabilidad de generar resultados de forma consciente puesto que siempre estoy siendo fuente de ellos con cada decisión que tomo o ignoro.

Habiendo explicado esto, ¿de que soy fuente en estos momentos? ¿que es lo que estoy generando al serlo? y ahí fue donde llegó mi felicidad de hoy... el poder desempolvar la luz en los ojos de alguien tan indefenso que atraviesa por una situación totalmente adversa es una de las mayores fuentes de inspiración que pude hayar; el ver reflejados el amor y la felicidad en los ojos puros de un niño llenan de fortaleza y esperanza mi propia alma y hacen que refrende lo que ya repetí tantas veces: Aquí no hay nada para mi y si ha de suceder será por mi para bien o para mal. 

De igual forma todo esto sirvió para refrendar mi misión inspirado por la fortaleza de esos pequeñitos que, con una voluntad indomable, resisten los dolores mas grandes con una sonrisa en el rostro y la esperanza en el corazón: he de recuperar ese brillo de esperanza en los ojos de todos los niños que pueda alcanzar. Para eso no hay mas, debo volverme fuente de luz e inspiración y se que lo voy a lograr.

Feliz #Día10, #355togo   



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