Si quería crecer debía salir de las situaciones que ya dominaba y con las que ya me sentía cómodo, la famosísima Zona de Confort. ¿Es complicado? si... ¿da miedo? mucho... ¿vale la pena? ¡claro que si! vale cada gota de sudor y lágrimas que puede costar.
Una vez que salí de esa región (un tanto contra mi voluntad) comencé a encontrar un mundo totalmente nuevo y me di cuenta de que, por mas que intentara, no podría volver a ser el mismo nunca mas, como si fuese un globo que intenta recuperar su forma original después de haber sido inflado a su máxima capacidad.
Creo que sobra decir que mi proceso no fue nada placentero pero sabía que si tiraba la toalla en los momentos mas complicados no sabría lo que había detrás de ese túnel obscuro así que decidí perseverar y tener fe en que algo bueno resultaría de todo ese revoltijo. El tiempo se encargó de mostrarme que ésta fe no era infundada, obtuve mucho mas de lo que para mi era suficiente en esos momentos.
El como comenzaron a caer y a embonar las piezas en el rompecabezas de mi vida fue casi mágico, me probé a mi mismo de lo que era capaz de lograr y de como podía alinear mi vida para ir en la dirección en la que yo quería siempre que estuviera dispuesto a arriesgarme a ir cada vez mas lejos y mas dentro de esa jungla construida por mis propios miedos y que existía en la periferia dle mundo que conocía tan bien.
Hoy puedo decir que eso me hace feliz, cada nueva incursión a esa jungla me revela un mundo diferente cada vez y ahora me siento bien estando incómodo constantemente, siempre a la expectativa de descubrir que mas puedo encontrar al expandir cada vez mas mis límites.
Feliz #Día25, #340togo
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