martes, 3 de febrero de 2015

#parvadas

Dime con quien andas...

Fijándome un poco en los detalles, he llegado a concluir que las especies mas representativas para ejemplificar este dicho son por mucho las aves, y nosotros nos asemejamos tanto a ellas que podría aprender muchas cosas de mi mismo siendo un poquito observador.

Cada especie se reune con sus semejantes en una parvada con características muy particulares y con un objetivo muy específico. Algunas, como los pingüinos, suelen ser muy numerosas para garantizar su supervivencia a través del volúmen porque sus alas no les sirven para volar y viven anclados a la tierra la mayor parte del tiempo, como muchas personas que viven de forma monótona y casi en automático, sin despegar sus pies del piso y sintiéndose libres solo en las contadas ocasiones en las que se sumergen el mar, buscando convencerse a ellos mismos y a quien mas puedan de quedarse anclados en ese grupo, para garantizar la supervivencia al ser parte de una masa enorme.

Los tordos y los gorriones vuelan siempre juntos en una gran masa que dibuja formas caprichosas en el cielo enmedio de un barullo de mil voces, sin mucha dirección y como si solo disfrutaran el simple placer de volar pero nunca alejándose demasiado de los árboles donde tienen sus nidos; nunca demasiado alto, nunca demasiado lejos. Ellos me recuerdan a los rebeldes sin causa que buscan cambiar el mundo haciendo mucho ruido, yendo y viniendo sin ton ni son y nunca atreviéndose mas allá del barullo protector.

Están también los patos, orgullosos, metódicos y organizados; preparados instintivamente para trabajar en equipo y lograr un objetivo común al realizar sus largas migraciones. Ellos me recuerdan a los fanáticos del control que tendemos a juntarnos con personas similares para trabajar en equipo y lograr un objetivo aun mas grande del que podemos tener individualmente.

Después recordé el libro de Juan Salvador Gaviota (lectura cuasiobligada de la mayoría) en la que narra la vida de una gaviota y su lucha al sentirse distinta de su parvada por buscar algo mas allá de lo que todos le decían que era el mundo, logrando al final descubrirlo y ser atacada por ésta misma parvada a la que pertenecía al intentar mostrarles como salir de esos confines autoimpuestos. Hoy eso es lo que me hace feliz, la fortuna de saber que he experimentado ese crecimiento gradual y que ahora la parvada que me rodea vuela conmigo libre y en la misma dirección, camino a la transformación de esa gaviota extraña, valiente y soñadora en un águila que vuela alto, sin miedo y sin ataduras, dueña de su espacio sin ser arrogante sino simplemente libre; repitiéndome a mi mismo cada vez esa frase que me dijeron y que ha llegado a convertirse en un mantra en mi vida: "Gaviota que mira lejos, vuela alto" 

Como dije antes, podemos descubrir mucho de nosotros mismos observando atentos a la parvada en la que elegimos estar en este momento ¿cual es la tuya? 
 
Feliz #Día31, #334togo

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