Es raro pero pocas veces pongo atención en las tareas comunes de un día cualquiera tal vez por que las considero poco relevantes, pero ahí también se esconde la felicidad.
Y esto es por una simple razón: todas esas pequeñas tareas nacen desde el amor. Tanto por uno mismo como por otra persona pero vienen desde un origen común y del deseo de que el entorno esté en orden y sea agradable tanto para nosotros como para quien nos rodea.
En esos momentos es cuando deja de ser una tarea impuesta y, por tanto, una obligación que se traduce en una carga adicional para mi. Actuando desde el amor todas éstas tareas se convierten en un placer que se contagia desde mi mismo hacia los que me rodean.
La vida son éstos simples detalles en los que puedo plasmar la importancia que tiene alguien en mi vida a través de cosas tan simples como lavar los trastes en los que comen o limpiar el espacio en e l que habitan. Y estoy seguro de que mi felicidad está justificada puesto que cuando actuo desde ese amor y lo impregno en lo que hago, la gente puede notarlo y se vuelve sensible a percibirlo a través de esos sencillos actos. Por eso seguiré amando y haciendo con amor todas esas simples tareas.
Feliz #Día85, #280togo
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